Estudiantes volvió a ganar porque tiene un técnico de jerarquía, pero también lo hizo debido a que la tan ansiada renovación finalmente se cristalizó.

Un renovado Estudiantes volvió a ganar, lo hizo por segunda vez consecutiva y mostrándose como un equipo seguro. La sobriedad de la defensa, junto al gran manejo del medio campo que llevó adelante el «Corcho» Rodriguez fueron las principales armas de un equipo que se formó de atrás para adelante. En la ofensiva destacó -nuevamente- Manuel Castro y el desmesurado esfuerzo de sus dos delanteros; Diaz y Gonzalez.
La victoria de esta tarde tiene mucho mérito de Zielinski, pero también empieza a explicarse con sucesos del pasado. Viajemos al 9 de marzo del 2020. El coronavirus recién estaba llegando al país, la cuarentena era un fantasma en la cabeza de los conspiranoicos y el dolar «blue» cotizaba $84. Nada se sabía de barbijos y el principal problema en la cabeza de los hinchas de Estudiantes era el pobre presente futbolístico de su equipo. Milito había renunciado tras haber sido eliminado de la Copa Argentina a manos de Laferrere.
En este contexto, asumía Leandro Desabato como director técnico del primer equipo y hacía su debut frente a Racing Club de Avellaneda. Aquella tarde en UNO, Nahuel Estevez marcó lo que- a la postre- sería el único gol del ciclo del Chavo. Ese día, el nacido en Cafferata mandó a la cancha los siguiente once apellidos:
Andujar; Mura, Schunke, Colombo, Erquiaga; D.García, N.Estevez, Mascherano, L.Rodriguez; F.Gonzalez, Retegui.
Estudiantes perdió 2-1, el Covid 19 se adueñó de nuestras vidas y todos quedamos a merced de la pandemia. El fútbol pasó a segundo plano y los hinchas nos distrajimos viendo vivos de Juan Sebastián Verón en Instagram. La novela turca de José Sosa fue, otra vez, tema de discusión en el mundillo pincha como para recordarnos que todavía existía algo parecido a la normalidad ahí afuera. La vida pasó a ser un lugar raro de habitar y el tiempo para que la pelota vuelva a rodar en Argentina pareció ser eterno. Pero el día llegó y empezó la era post Milito.
En ese extraño mercado de pases llegaron Leonardo Godoy, Nicolás Pasquini, Fernando Tobio y Leandro Diaz. La cosa no pareció funcionar, Desabato no encontró jamás el equipo y mandó a los pibes a la cancha. Entonces, David Ayala, Mauricio Guzman, Darío Sarmiento, Nazareno Colombo y Gaspar Di Pizio, salieron a dar la cara cuando las papas quemaban.
Finalmente la debacle fue inminente. Javier Mascherano se fue cuando el barco empezó a hundirse y le puso el moño a su carrera tras no conseguir una victoria frente a Argentinos Juniors. La ida de su amigo Gabriel Milito, sumado a la pandemia, el retiro de su otro amigo Gastón Fernández y el accidentado paso de Marcos Rojo por la institución, pesaron más en la balanza que la palabra que le había dado al hincha. El nacido en San Lorenzo se dejó de sentir jugador de fútbol.
Unas fechas más tarde el chavo renunció y el futuro era cada vez más incierto. El plantel estaba haciendo agua por todas partes. No sumaba, no convertía y no demostraba estar a la altura de las circunstancias. Entonces, desde la dirigencia pusieron un freno a la situación. Se movieron rápido y trajeron a Ricardo Zielinski que todavía estaba con trabajo. Desplazaron al Chavo y empezaron a pensar en el mercado de pases.
La novela de Marcos Rojo impidió que se vea el buen trabajo que estaba llevando adelante el departamento de fútbol. Volvió Manuel Castro, se fichó a Fabián Noguera para tapar el hueco en la defensa y se apostó a la recuperación de Fernando Tobio, además se buscó al «Corcho» Rodriguez para tapar el boquete que había dejado en el medio de la cancha el retiro del «Jefecito». Finalmente, Sabbag llegó a competir por un puesto en la delantera, lo propio hizo Rogel en la defensa y Sánchez Miño para brindar su polifuncionalidad.
Estudiantes armó un equipo completamente nuevo. Comparemos los debuts de Desabato y el partido de hoy frente a Godoy Cruz. La defensa que el chavo mandó a la cancha vs Racing fue: Mura, Schunke, Colombo y Erquiaga. Mientras que el Ruso, de esos apellidos solo mantuvo al hijo de Lalo (porque los motivos de fuerza mayor le impidieron alinear a Tobio). Así las cosas, los ingresos de Godoy, Noguera y Pasquini le dieron mucha fortaleza y seguridad al fondo del equipo.
En el medio del campo, lo dicho de Jorge Rodriguez por Mascherano, sumado a la gratísima aparición de David Ayala en reemplazo de Estevez y la positiva vuelta de Manuel Castro. Aquí aparece Lucas Rodriguez, el primer nombre en repetirse junto al de Mariano Andújar (cuya decisión de continuar en el club debe contarse como un gran refuerzo). Finalmente, Federico Gonzalez que parecía tener un pie afuera fue catapultado a la titularidad por Zielinski para acompañar a otro nuevo nombre: Leandro Diaz.
En este sentido, puede verse el claro recambio. Solo tres jugadores repitieron titularidad entre ambos inicios. Por todos estos motivos Estudiantes ganó dos partidos seguidos luego de más de un año. También por esto, recuperó su identidad y se está transformando en un equipo de esos que nadie quiere enfrentar.
Finalmente hay que remarcar que el, justamente criticado, departamento de fútbol hizo las cosas bien. Porque armó un equipo competitivo y trajo a un técnico que puede potenciar a cada uno de los jugadores que tiene. Este parece ser el principio de algo lindo. Dejemos que el tiempo determine de qué. Mientras tanto, el «Pincha» sigue sumando de a 3 y alejándose de la tan temida zona del descenso.