Acá en Estudiantes hay que laburar

El pincha tiene un andar de irregular para abajo en el torneo. Peligran las clasificaciones a las copas y debe cambiar de técnico si pretende lograr su objetivo.

El Estudiantes de Zielinski no encuentra salida. Sumó solo cinco puntos de los últimos quince que disputó, se alejó de la zona de clasificación a la Libertadores y empieza a peligrar el ingreso a la Sudamericana. El panorama para recibir a Colón no puede ser peor. La salida es clara y el fusil es el de siempre; el ruso debe dejar su cargo.

Los números del segundo semestre son demoledores para un plantel conformado para pelear arriba. Jugadores de la talla de Piatti, Sosa o Rollheiser te obligan a colocarte entre los primeros puestos. Lejos de eso, el pincha se encuentra decimo octavo y perdió más de lo que ganó en lo que va del torneo.

La magra cosecha, se debe a 8 empates, 8 victorias y 9 derrotas, es decir tan solo logró el 45,33% de los puntos que disputó. El andar deportivo se traduce en la pronta eliminación de la Copa Argentina frente a un muleto Belgrano y el poco feliz funcionamiento del equipo en el torneo argentino.

La joya que mantiene al capitán en el timón es la gran Libertadores que supo llevar adelante. Pero de los recuerdos no vive una institución y menos que menos un club de fútbol. El presente obliga al pincha a ir por más y la serena toma de decisiones de la dirigencia no parece correlacionarse con la actualidad. Los nombres que suenan son pensando en el futuro ¿Y el presente? Quedará en manos de un técnico que perdió el rumbo hace ya rato y de un plantel que no responde.

¿Hasta cuándo se va a tolerar el andar cansino de jugadores que cobran millones? Se salvan los referentes; Boselli con sus goles, Piatti con su actitud, Andújar con su voz de mando, Sosa por recién haber llegado y no mucho más. Nobleza obliga, la figura del equipo es Castro (que parece más preocupado por conseguir un buen contrato en diciembre que por su club actual).

Que la crítica no se transforme en desmemoria; tanto jugadores como dirigentes y cuerpo técnico nos han dado un gran primer semestre y nos devolvieron una ilusión que parecía perdida. De pelear el descenso a quedar eliminado injustamente frente a uno de los finalistas de la Libertadores; eso nadie se los podrá quitar. Pero el presente apremia y ni el pasado idílico ni el futuro esperanzador ayudan, esta situación necesita de una resolución urgente.

No es Zielinski el indicado para mantenernos en el plano internacional. Estirar ciclos jamás dio frutos en el fútbol y el cambio de aires siempre fue beneficioso. ¿No fue un inexperto Benitez que nos metió en Libertadores y luego en octavos? Quizás sea la hora de un interinato, el ejemplo de Ibarra sobrevuela en el ambiente. Cuando la olla está por explotar lo mejor es apagar el fuego.

Finalmente, no queda más que darle las gracias al Ruso por el trabajo realizado; una última ovación- que ya fue dada- y un enorme cariño hacia un tipo que nos ha representado de la mejor manera. Ojalá el destino nos hubiera dado otro final, pero no sucedió. A los jugadores la promesa incondicional de que si van al frente la gente los va a apoyar. Y también que la canción, que ya es bandera, sonará más fuerte que nunca: «acá en Estudiantes hay que laburar».

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