A 14 años de la inolvidable paliza al Lobo

Un día como hoy, Estudiantes humillaba a su eterno rival con 7 goles ante 0 en un Estadio Único repleto de hinchas de ambas parcialidades. El encuentro se realizó en el marco de la decimoprimera fecha del Torneo Apertura 2006, bajo el arbitraje de Héctor Baldassi.

Los futbolistas festejando el triunfo.

Un 15 de octubre de 2006, Estudiantes y Gimnasia se toparon en el estadio ubicado en 25 y 32 para disputar una nueva edición del clásico platense. Aquel domingo soleado, en donde se celebraba el día de la madre, aparentaba ser un encuentro más entre los dos equipos más populares de la ciudad. Sin embargo, ningún hincha sospechaba que ese resultado podría marcar la historia de ambas instituciones.

Diego ‘Cholo’ Simeone, el director técnico del Pincha en ese momento, decidió que Estudiantes entre a la cancha con la siguiente alineación: Mariano Andújar; Marcos Angeleri, Fernando Ortiz, Agustín Alayes y Pablo Álvarez; José Sosa, Rodrigo Braña, Juan Sebastián Verón y Diego Galván; Mariano Pavone y José Luis Calderón.

Son muchas las sensaciones emotivas que provocó este partido. En principio, fue el primer cotejo en el que Gimnasia debió enfrentarse ante Juan Sebastián Verón, quien regresaba al fútbol argentino luego de militar en las ligas de Italia e Inglaterra.

Verón festejando el primer gol del encuentro.

Baldassi inició el encuentro en un Estadio Único donde el Pincha era local. A los 3′ de la primera parte, Galván abrió el marcador tras un centro de la Brujita. Calderón (23′) y Pavone (34′) hicieron lo propio para que Estudiantes regrese al vestuario con una goleada sobre los hombros, desconociendo todo lo que sucedería después.

Durante el entretiempo, la alegría fue adueñada por el pueblo albirrojo, ante una platea tripera que se ponía las manos detrás de la cabeza. A los 5′ de la última etapa, tras una buena jugada por derecha de Sosa, Galván selló el 4-0.

Luego de una magnífica jugada de Pavone en el área, Calderón hizo el quinto. A pesar de la humillación, el Pincha no estaba satisfecho y Lugüercio amplió la diferencia. En ese instante comenzaron a generarse incidentes en la tribuna del Lobo y, finalmente, Verón lanzó una pelota desde la mitad de la cancha para que ‘Caldera’ anote el séptimo y sentencie un domingo que quedó grabado en la memoria de la ciudad.

Después de este cotejo, Estudiantes obtuvo el envión anímico necesario para ser candidato indiscutible del Apertura 2006, torneo que finalmente conquistó el 13 de diciembre en el Estadio José Amalfitani ante Boca Juniors.

Tapa del Diario Olé, 16 de octubre de 2006.

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